En 1991 abrimos nuestro primer despacho en Oviedo y, dos años después, en Avilés. Desde entonces hemos prestado nuestros servicios a más de tres mil clientes (personas físicas, comunidades, empresas y Administraciones Públicas), y hemos intervenido en miles de procedimientos.
Nosotros le daremos una opinión jurídica fundada sobre sus problemas legales. Cuando se pueda ganar, se lo diremos. Cuando no se pueda, se lo diremos también. Y sólo cuando haya posibilidades razonables de un resultado ventajoso y no quepa la negociación, le recomendaremos ir a pleito o interponer un recurso. Por eso nuestros porcentajes de éxito ante los tribunales son tan elevados y por eso disfrutamos también de la confianza de nuestros clientes y del respeto de la profesión.