La procedencia o improcedencia de un DESPIDO depende de la explicación que se pueda dar del comportamiento del trabajador o de la decisión empresarial. Para que un despido disciplinario se considere justificado, el incumplimiento del trabajador debe ser grave y culpable. Por ello, dedicamos nuestro principal empeño a escuchar y profundizar en las razones y circunstancias de nuestro cliente para defender sus intereses de la mejor manera posible, ya sea en juicio, ya aconsejándole llegar a un acuerdo u orientar el problema de otro modo, pero teniendo siempre presente que detrás de cada acción o decisión generalmente hay una razón defendible.

Con esa misma dedicación y franqueza le asesoraremos en materia de INCAPACIDAD LABORAL, siendo conscientes de que lo determinante no es el diagnóstico que Vd. sufra, sino las limitaciones funcionales que se deriven de él, valoradas en general o puestas en relación con los requerimientos de su profesión.